La Sanidad del PP: desde Leganés hasta Alzira

Que el PP quiere cargarse la Sanidad pública es un hecho constatable. Pero más lo podemos constatar los que vivimos en comunidades gobernadas por ellos. El ejemplo más claro es el Caso Leganés y las supuestas sedaciones irregulares. Después de que se diera la razón al doctor Montes (que le querían imputar más de 400 muertes de pacientes a los que habría sedado irregularmente para provocarles la muerte), Lamela, Aguirre y el resto de artífices de esta campaña de desprestigio callan (excepto Miguel Ángel Rodríguez que, con toda la desfachatez del mundo, llamó en el programa 59 segundos "nazi" al mencionado Montes). Pues una cosa voy a decir, a mí sí me gustaría que me tratara el doctor Montes. Más médicos como él debería haber en la Sanidad pública española.

Aquí en Valencia, por ejemplo, la Sanidad está para el arrastre. Y la única solución es privatizarlo todo (el nuevo hospital La Fe va a estar semiprivatizado prácticamente). Las urgencias colapsadas, ambulatorios que deberían construirse y no se construyen a pesar de llevar años proyectados, personal sanitario que trata a los pacientes como despojos, pacientes doliéndose en los pasillos o hacinados en las habitaciones. Y es que en Valencia se está aplicando un sistema de privatización que se inició en Alzira (y que Camps calificó de "excelente"). Esto es lo que se está haciendo aquí y el ejemplo que se está tomando en otras comunidades como la madrileña. El modelo Alzira que ha hecho que la Comunidad Valenciana, Madrid y Murcia sean las últimas comunidades en el ránking de Sanidad pública; las tres gobernadas por el PP.

Y no me quejo por quejarme. La Sanidad privada tampoco es mucho mejor, al menos en Valencia. Tanto es así que he acabado no creyendo a ningún médico. Tengo que recibir una serie de tratamientos por problemas que no vienen al caso. Pues bien, me tengo que ir hasta un hospital privado de Barcelona porque en nuestra querida Comunidad Valenciana ningún médico, ni público ni privado me ofrece garantías. De hecho, ningún médico público me ha examinado porque me daban cita para unos meses después... simplemente para hacerme pruebas rutinarias.

Así que, desde el pasado viernes (y previsiblemente hasta el próximo domingo) estoy en Barcelona recibiendo el tratamiento que necesito. Gracias al PP y su modelo sanitario.

Los valencianos, en vez de odiar a los catalanes, deberíamos envidiarles. Y al resto de España también, que nuestra comunidad parece una isla tercermundista.