El día más largo (o un día de furia)

Antes de empezar a leer este post, recomiendo leer el texto Aclaración que por lo visto es necesaria de la columna de la izquierda de este blog. Una vez hecho, ya se puede proceder a leer este post.
El sábado me di cuenta de que soy un puto friki. Un friki de la política, y no sé hasta que punto eso es bueno. Me di cuenta cuando me levanté a las siete de la mañana. Cuando salí a la calle no había nadie (salvo desfasado que estaban terminando la fiesta nocturna). ¿Y adónde me dirigía yo a esas horas de la mañana? Pues al I Congreso Provincial de Juventudes Socialistas del País Valenciano (JSPV) de la provincia de Valencia, que comenzaba a las 8:00 (aunque como siempre, empezaría con bastante retraso) en Albal.
Realmente, el Congreso había empezado bastante antes, cuando se presentaron dos candidatos a la secretaria general de la provincia de Valencia. Pero a dos días del Congreso, uno de los candidatos de retira. Se habla de "motivos personales y presiones ajenas a la organización". Resulta que hay ciertos personajes a los que no les agrada la idea de la pluralidad por la "amenaza" que les supone. No voy a reproducir aquí las "presiones ajenas" pero puedo decir que se pueden tachar de antidemocráticas e impropias de un partido que se autodenomina democrático. ¿Con qué cara se puede criticar a Camps, Barverá, Rus o Fabra cuando el comportamiento de ciertos personajillos del PSPV y de JSPV es el mismo? Si es que sólo nos falta amenazarnos de muerte los unos a los otros.
A lo que iba. Al final, se presenta otra candidata en sustitución del retirado. La votación arrojó el resultado de 60% para el candidato oficialista (el que no se había retirado) y 40% para la nueva candidata. Y aquí comenzaba la negociación para la confección de la Ejecutiva y de las listas. Una negociación eterna y tensa. Tan tensa y eterna que, por un momento, pensé que estábamos protagonizando una nueva versión de El ángel exterminador y que no íbamos a poder salir de aquella sala en la vida.
Pero por fin, se llegó a un acuerdo. Se cerraron los nombres, supuestamente bajo consenso; se votaron; fueron aprobados con el 99% de votos a favor; vino Jorge Alarte (que, para quien no lo sepa, es el líder de los socialistas valencianos) y dio un discurso sobre la democracia (supongo que no se refería a la democracia orgánica interna del partido), con amenazas veladas para que, desde Juventudes de Valencia, se haga política (¿qué hemos estado haciendo hasta ahora? ¿Y la política, por cierto, no tiene que hacerla Alarte y compañía?) que "es lo más importante". Simplemente alucinante. Oír hablar a los diferentes secretarios generales que hablaron de que se puede hacer "otra política" y de la "democracia" es algo que puede remover, no conciencias, sino estómagos. Ya por último, se hizo el paripé de levantar el puño y competir a ver quién canta La Internacional más alto (paripé por ciertas personas, no estoy menospreciando el puño ni La Internacional). Alarte, afortunadamente, guardó las manos en el bolsillo. Yo también, pero por otras razones diferentes.
El Congreso se cierra y, de repente, alguien de Paterna quiere presentar 102 fichas de altas para afiliar. De repente, a 102 personas les había apetecido a afiliarse en Paterna. Nueva discusión dialectal (con gritos, en mi opinión merecidos, de "SINVERGÜENZAS; VOSOTROS NO SOIS SOCIALISTAS"). Lo dicho antes. El día (ya noche) amenazaba con no acabar.
Pero por fin, parece que nos pusimos de nuevo rumbo a Valencia. Pero antes de llegar al coche que me llevaría de nuevo a casa, se me acerca un hombre (soy un imán de gente rara) y me dice que él es votante socialista, que su abuelo luchó en la guerra civil, que él no quiere que vuelva a haber guerras y que está preocupado por la crisis, ya que quiere comprarse muchas cosas. Y yo. En fin, por fin, vuelvo a Valencia a las 23 y pico. Enciendo el ordenador antes de ir a la cama y me encuentro con un comentario anónimo en esta entrada. El comentario, que ya he borrado, decía (tal cual): "TU PUTA MADRE SI QUE ES UNA FACHA". Vamos, un Troll Vomitón.
¿Cuál es la sensación con la que me fui a la cama esa noche? Con la sensación de haber perdido miserablemente un sábado y de que en 2011 los socialistas valencianos volveremos a comernos los mocos. Pero supongo que esto no preocupará a ciertos personajillos, lameculos y lamepollas (perdón por la expresión, pero no se me ocurre otra más respetuosa); ellos ya tienen su asiento bien mullidito.

PD: Otra persona más experta que yo en política y en Congresos, también ha dado su opinión sobre lo del sábado.