Muertos de un bando y de otro

Hablando el otro día con un amigo de la Memoria Histórica, uno se da cuenta de que nunca podrá haber una reconciliación real, por culpa de los de siempre, los que ostentan el poder. En Valencia hay un claro ejemplo en el reconocimiento a las víctimas de la República y a los llamados mártires del 36 (algunos recientemente beatificados en el Vaticano).

Así, mientras unos sólo son recordados por unos pocos y sus tumbas se pierden entre matorrales (eso si al ayuntamiento no le da por remodelar el cementerio a costa de sus tumbas):

A otros se les construye un macrosantuario en una de las zonas más caras de Valencia, junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, por la que el arzobispado ha pagado un precio ridículo (por cierto, el cartelito de las obras dice que lo que se está haciendo es descontaminar el solar para después construir viviendas):

¿Quién habla de reconciliación y perdón?