viernes, 27 de abril de 2007

Vergüenza

Hoy, mientras llovía en Valencia, un puñado (lástima que sólo sean un puñado) de inmigrantes y miembros de asociaciones sociales y ONGs de Valencia pedían frente al ayuntamiento de la ciudad un centro de acogida para los inmigrantes sin techo que se acumulan bajo el puente de Ademuz como la mierda bajo la alfombra (perdón por la expresión, pero ese es el trato que les dispensa el ayuntamiento). Venciendo a la lluvia, este puñado de personas exigían dignidad y techo.
Esos valencianos que se llenan la boca con la Copa América, la visita del Papa, la Fórmula 1, la Ciudad de las Artes y las Ciencias y las Fallas entre otras cosas habría que ver si son capaces de mirarlos a los ojos. Yo, desde luego, no.
En estos momento siento vergüenza de que se me considere valenciano, español o europeo. Y me reafirmo en mi ideal, quizá utópico, de un mundo sin fronteras.

8 comentarios:

Ángela dijo...

Aquí dejo mi voto por un mundo sin fronteras.

Desesperada dijo...

y yo. sin dudarlo.

Anónimo dijo...

Yo también voto perooooo ...

cuantos valencianos acogerian en su casa a un inmigrante temporalmente ejem ejem ejem

Yo no sé si lo haría, y eso si me jode, lo reconozco...

Hoy me siento algo culpable... sorry!...

salud!

Anónimo dijo...

perdón, yo si lo haría, sin duda alguna...

Isabel dijo...

Utópico tal vez,aunque ese sin duda alguna seria un mundo Ideal, aquel que no tuviera fronteras...aunque para que engañarnos eso no va a ser posible...somos demasiado endemicos...Yo también siento verguenza...

Kurtz dijo...

Angelusa, Una mujer desesperada: gracias por vuestros votos.
Wilde: yo estaría dispuesto a hacerlo (lástima que aún viva yo con mis padres).
Salud.
Iria: es utópico, por definición irrealizable. pero, mientras haya vida...

Jove Kovic dijo...

En tanto que no seamos capaces de invertir los flujos económicos desde la especulación hacia la inversión solidaria,no cesará la catástrofe. No sólo es cuestión de dar pescado, si no de enseñar a pescar ( y, sobre todo, de no llevarse el pescado de otros, para revénderselo como conservas)

Anónimo dijo...

Pues entonces, la solución la veo muy lejana. En temas de dinero, no tiende ha haber mucha solidaridad.