miércoles, 29 de abril de 2015

Rajoy vs Maduro: ¡Fight!

Desde hace tiempo se está viviendo una tensión diplomática entre Venezuela y España. En realidad, la escalada se vive desde hace tiempo, pero se ha intensificado en las últimas semanas. ¿Por qué?
Por un lado, a Nicolás Maduro le interesa. La mala imagen que está cosechando a nivel internacional cada vez se acentúa más. Le viene bien una cortina de humo que desvíe la atención. Y el bobo de Mariano Rajoy ha aceptado ya ha entrado al trapo. ¿Por qué? Porque a Rajoy también le interesa.
En España lleva tiempo hablándose de Venezuela, y no para bien. Nuestros políticos andan más preocupados por Venezuela que por España, como si Venezuela fuera una provincia española. Con todo lo que está lloviendo últimamente en España,  más aún sobre el Partido Popular, Venezuela viene como anillo al dedo. Nadie se preocupa de la corrupción ni de los desmanes del Gobierno. Lo que se estaría hablando si Maduro hubiese aprobado una Ley Mordaza como la de Rajoy. Así pues, Venezuela, Maduro y los chavistas se convierten en el blanco perfecto para desviar la atención de lo que pasa en España.
Además, la tensión diplomática con Venezuela cumple un segundo papel. En el imaginario colectivo español, especialmente en la derecha y la socialdemocracia, los de Podemos son chavistas. Cuantas más cosas negativas se digan de Venezuela y de los chavistas, más cosas negativas asociará la gente con Podemos, el partido al que todos temen (a Ciudadanos no se le teme tanto). Y si Maduro entra al trapo soltando exabruptos (aunque llamar racista y corrupto a Rajoy no lo considero, si no verdades como puños), pues mejor.
Está claro que Maduro no va a tener ningún conflicto diplomático con Obama,más que nada porque el presidente estadounidense es más listo que Rajoy. Así pues, mientras en Venezuela se habla de España y en España se habla de Venezuela, ni Maduro ni Rajoy atacan los verdaderos problemas de sus países. Así vamos unos y otros.

martes, 28 de abril de 2015

Ellos, que viven por encima de nuestras posibilidades

"Hemos trabajado mucho para saquear a nuestro país."
(María Dolores de Cospedal, sufriendo un... ¿lapsus? ¿Ataque de sinceridad?)


Hace unos días, Compromís sacaba a la luz una serie de facturas de Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia, que había pasado al ayuntamiento.  Es lo que se ha dado en llamar RitaLeaks. Entre los gastos figuran viajes, hoteles, alquiler de coches, comidas, regalos... Todo ello gastos lujosos. Vamos, que Rita Barberá se ha estado pegando una vida a todo trapo gracias al dinero público valenciano.
Durante años, desde que ha empezado esta crisis, se nos ha dicho que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Pero no, resulta que eso no es así. Son ellos, nuestros gobernantes, los que viven por encima de nuestras posibilidades. Roban el dinero público y después la culpa es de nosotros (bueno, quizá sí que sea nuestra la culpa, por votarlos y no botarlos). Incluso Barberá se justifica diceindo que no quiere cutrerías. Ya, pero entre la cutrería, lo normal y el lujo van unas cuantas diferencias.
En la Comunidad Valenciana ha pasado mucho. Los gobernantes han disfrutado de mayorías absolutas muy holgadas durante mucho tiempo. Esto les ha llevado a creerse los amos del cotarro, los dueños del cortijo. Han confundido lo público con lo privado. Ya es hora de que los saquemos de su error.
Hoy se ha sabido que el ayuntamiento de Valencia ha dejado a 52 niños sin beca comedor. Es solo uno de los últimos azotes de la crisis/estafa en Valencia. Ahora vuelve a echarle un vistazo a la lista de gastos de RitaLeaks. Si de verdad sigues pensando en votar a Rita Barberá, háztelo mirar.

lunes, 27 de abril de 2015

Borregos que se creen lo que les cuentan del accidente de Germanwings




No falla. Cada vez que ocurre un desastre que conmociona, especialmente a la memoria colectiva occidental, aparecen las teorías de conspiración vinculadas a dicho desastre. Es una constante que, desde los atentados del 11 de septiembre, se ha convertido en una tradición. Da igual que hablemos de atentados, accidentes o catástrofes naturales. Casi estoy deseando saber con qué conspiranoia, digna de la mejor película de James Bond, nos sorprenderán los conspiranoicos en relación al terremoto de Nepal. El último caso susceptible de convertirse en una conspiranoia ha sido el accidente del vuelo de Germanwings en los Alpes franceses. Alrededor del mismo han surgido diferentes teorías conspiranoicas, siendo la más popular la que dice que fue derribado por un láser que la OTAN probaba como arma.



Siempre me ha llamado la atención cómo se expanden tan rápido estas teorías alternativas, que en muchos casos no tienen ningún fundamento. En ocasiones se basan en errores de interpretación de imágenes (los supuestos actores amputados de la maratón de Boston, los espejos que cambiaban de color en el coche de los terroristas del Charlie Hebdo...). Pero hoy en día, con la sobreinformación que padecemos (algo igual de malo que la infrainformación), estas teorías prácticamente han recorrido el mundo nada más nacer.
Muchas veces, los creyentes en este tipo de teorías se creen en posesión de una verdad única que nadie más conoce. A todos aquellos que no creen en estas teorías, o que las refutan, se les tacha de borregos que solo creen lo que otros (generalmente los oficialistas) dicen. Eso cuando no se les tacha de colaboracionistas con el imperialismo estadounidense o de estar pagados por él.
Pero lo cierto es que los que se creen estas teorías tampoco se paran a mirar de dónde viene la "información". Las teorías alternativas sobre el accidente del Germanwings han recorrido toda Internet en las últimas semanas. Mucha gente las colgaba en sus perfiles de Facebook como si fueran verdades reveladas. Están tan deseosos de creer otras cosas que no se paran a penar en lo que están difundiendo. Recuerdo cuando un avión de Malasian Airlines fue derribado en Ucrania, en una zona de guerra. Al instante saltó la noticia de que entre el pasaje había científicos expertos en SIDA y Ébola. Ya teníamos conspiración. Alguien (las farmacéuticas y Estados Unidos) querían matar a esos científicos. Al parecer, no existía una manera más sencilla ni discreta o, al menos, que pareciera un accidente. Hoy, los conspiranoicos dicen que el vuelo de Germanwings fue desintegrado en pleno vuelo por un láser militar de la OTAN.
Antiguamente, los voceros iban por la calle gritando sus paranoias a los cuatro vientos. Hoy lo hacen con un teclado. Y llegan a más gente. Y adquieren más seguidores. Además, vivimos una época de miedos inflamados y de descreimiento con todo lo que huela a oficial.
Mi conclusión es que la nueva religión es la conspiranoia. Que hay gente deseosa de creer, que cuando se produce un desastre de estas proporciones el mundo vuelva a encajar. Hay gente que toma por lema el "I want to believe" de Fox Mulder y Expediente X. Dudar esta bien. Es sano. Yo también lo hago. Pero incluso en la duda hay que poner sentido común y buen juicio. incluso de la duda hay que dudar. Pero bueno, qué sabré yo. Seguro que más de uno ha dejado de leer en el segundo párrafo y me considera un agente del mal y el imperialismo yanqui.

domingo, 26 de abril de 2015

La extraña que hay en ti




De todas las películas que justifican el que la gente se tome la justicia por su propia mano, La extraña que hay en ti es la mejor, junto a Sentencia de muerte (dirigida por James Wan y protagonizada por Kevin Bacon) y, quizá películas más gore como Escupiré sobre tu tumba (también conocida como Dulce venganza, un remake de La violencia del sexo) o La última casa a la izquierda (la original, no el remake).
En La extraña que hay en ti tenemos a una mujer, locutora de radio, cuyo novio, de origen extranjero, es asesinado de una paliza. Ella, incapaz de superar el trauma y rota por el dolor, decide buscar a los culpables para hacerles pagar lo que han hecho. Un policía, que intuye lo que la protagonista pretende hacer, tratará de evitarlo.
La película difumina la línea entre moral y Justicia, un dilema que cualquiera de nosotros tendríamos en la situación de la protagonista, estemos a favor o en contra de sus acciones. Todos empatizamos con esa persona que ha perdido a alguien a quien quería a manos de unos indeseables. De hecho, el valor que tiene la película es que la protagonista es fácilmente identificable con cualquiera de nosotros, una persona con una vida normal y sencilla que se ve abrumada por el peso de la tragedia.
En Estados Unidos existe mucho interés en esa venganza que justifican llamándola justicia o castigo (ahí está el personaje del cómic llamado El Castigador, también llevado al cine). Incluso se ha creado en el cine un subgénero con este tipo de argumentos del que las películas que protagonizó Charles Bronson son las más conocidas (ahora parece que ese papel lo está acaparando Liam Neeson). Aún así, La extraña que hay en ti, a diferencia de muchas de esas películas, se deja ver.
Así pues, sean cuales sean las ideas que cada uno tenga sobre la Justicia y la venganza, que se dejen llevar por esta película y por su historia. El debate ya lo tendremos después.

Tráiler.

sábado, 25 de abril de 2015

El criminal




Daniel es un hombre feliz. Tiene una buena familia y éxito como editor, lo que hace que lleve una vida cómoda. Su mujer está a punto de abrir un centro de talasoterapia en su pueblo natal, por lo que se disponen a dejar Valencia para trasladarse allí. En el viaje hacia allí, Daniel tiene un encuentro con una joven rumana, a la que acepta llevar de Valencia a Barcelona. Pero las cosas se complicarán cuando descubre que la joven es una prostituta sin papeles  que tiene una gran deuda con la mafia que la trajo.
Interesante thriller rodado para televisión y producido por varios canales autonómicos de España (las televisiones de Valencia, Cataluña y Andalucía). Resulta una película entretenida, con carga social y bien realizada

viernes, 24 de abril de 2015

El Mar Muerto






Propongo desde este blog una cosa. Incluso podemos pedir firmas en Change.org. Mi propuesta es cambiar el nombre de Mar Mediterráneo por el de Mar Muerto. Ciertamente esto no va a cambiar las tragedias que allí se están produciendo últimamente, pero quizá nos devuelva esa vergüenza que hace tiempo que perdimos, esa humanidad que, desde luego, ya no tenemos.
Están muriendo seres humanos a centenares, a millares, en las aguas del Mediterráneo y a nadie le importa. Seres humanos que huyen de las guerras, del terrorismo, del fanatismo religioso, y que buscan una oportunidad para vivir. Y por el camino lo pierden todo, pierden hasta la vida. Y a nosotros nos da igual. Mientras mueran y se hundan en el mar nadie los echará en falta. La cosa no va con nosotros mientras no lleguen a nuestras costas,vivos o muertos.
La única solución que se les ocurre a las mentes brillantes que nos gobiernan es hacer vallas más altas, es militarizar el mar para interceptar (que no rescatar) barcos con inmigrantes, es devolverlos a su país. Y yo me pregunto: ¿Somos seres humanos? ¿Empatizamos con el sufrimiento ajeno?
Viendo carteles como éste de la derecha italiana lo dudo mucho:




Y no solo en Italia. En España, "periodistas" (por llamarlos de alguna manera) como Hermann Terstch se dedican a criminalizar a los inmigrantes que tratan de llegar a Europa. Esa es la humanidad de los que presumen de caridad cristiana. Ser unos hijos de puta (que me perdonen sus madres, que seguramente serán unas santas).
Hace ya unos años colgué un post sobre este tema. Hoy, ese texto sigue de plena vigencia. Algún día seremos nosotros los que tengamos que atravesar continentes a pie y arriesgarnos en mares embravecidos con barcas que se caen a trozos con solo mirarlas. Entonces suplicaremos clemencia. La clemencia y humanidad que ahora no tenemos.

miércoles, 22 de abril de 2015

Un espectáculo mediático para hacernos creer que, por un Rato, el PP lucha contra la corrupción




La semana pasada era detenido, con gran revuelo (incluso internacional), Rodrigo Rato por delitos económicos. Horas después ya estaba en libertad. Pero eso no era lo importante. Lo importante es la imagen que encabeza este post: Rodrigo Rato siendo detenido.
Curiosamente se le detiene ahora, después de tres años siendo investigado por asuntos como la quiebra de Bankia o las tarjetas black. Curiosamente, los medios de comunicación estaban advertidos. Curiosamente, la detención se hizo con tiempo suficiente como para que apareciera en todos los informativos (aunque los más afines al PP, como la televisión de Castilla-La Mancha no informó sobre la detención). Curiosamente, en el PP no conocen a Rodrigo Rato, a pesar de que hasta el día anterior a su detención lo consideraban el padre del mal llamado "milagro económico español".
Rodrigo Rato era ese hombre que se permitía dar lecciones morales y fiscales, primero a los españoles como ministro y después al mundo desde el FMI. Pero como todo moralista ha demostrado ser más falso que un euro de madera. En realidad, es algo que ya estaba saliendo a la luz desde que se empezó a investigar la quiebra de Bankia. Lo de los delitos económicos, por cierto, es algo que a Rato le viene de muy lejos. No es de extrañar, pues, que acabara recalando en el PP, un partido que año tras año está demostrando la hipótesis que muchos sostenemos sobre su financiación irregular y la unidad de sus casos de corrupción (que no son tan aislados como pretenden hacernos creer).
Con la detención de Rato, el PP quiere hacernos creer que, por un Rato (con mayúscula y con minúscula), luchan contra la corrupción. Ahora se desligan de la figura de Rato cuando siempre lo han considerado un ejemplo económico. Nos toman por tontos. Porque el PP no lucha contra la corrupción, siempre capea como puede contra la información. Si, por el camino, hay que dejar unas cuantas cabezas de turco (Bárcenas, Rato...), se dejan sin problema. Aunque la cabeza de turco sea el propio Rodrigo Rato. ¿Puede el PP desligarse de la figura de uno de sus ministros más importantes, o de un tesorero como Bárcenas? ¿Pueden los dirigentes del PP alegar que no conocían las acciones de importantes imputados del partido, personas con cargos públicos u orgánicos a los que ellos nombraron? Evidentemente no.
No descubro América si digo que los dirigentes del PP mienten. No es tan difícil decir la verdad. Por eso prefiero al PP sincero, al que dice la verdad. Como cuando González Pons dice que el PP merece crédito porque no evitaron la detención de Rato (de lo cual, yo deduzco, que el PP podría haber impedido la detención e, incluso, pudieron haber barajado dicha opción). O cuando Rajoy dice que España no puede caer en las manos de quienes la han destrozado (es decir, que nos está pidiendo que no votemos ni al PP ni al PSOE). O cuando Cospedal dice que el PP ha trabajado mucho para saquear España (que más que a lapsus suena a confesión).

lunes, 20 de abril de 2015

Internet, ese perfecto chivo expiatorio




(Esto no me hace un jugador de NFL
Esto no me hace un cirujano
Esto no me hace un abogado
Esto no me hace un cocinero
Entonces, ¿por qué esto me puede hacer un asesino?)


Hoy se ha producido un suceso terrible en Barcelona. Un chaval de trece años ha entrado armado con una ballesta en su instituto y ha asesinado a un profesor. Después ha herido a varias personas más con un puñal.
En el "informativo" (por llamarlo de alguna manera) de TVE le han dedicado buena parte del comienzo (ojalá a otras tragedias le dedicaran el mismo tiempo, como a la del mar Mediterráneo). Sobre todo me han llamado la atención dos cosas: por un lado el repaso que han hecho a conocidos menores de edad que en la historia reciente de España han cometido asesinatos y han destacado, además, que hoy es el aniversario de la matanza del Columbine, en Estados Unidos. El otro aspecto que me ha llamado la atención es que el Gobierno no se plantea reformar la Ley del Menor, pero sí quiere revisar y estudiar los entornos violentos que rodean a los menores, principalmente en Internet  redes sociales. De hecho, incluso han sacado un vídeo "de los que se muestran por Internet" que "enseña a montar una ballesta casera".
Una vez más, tenemos la típica excusa idiota: Si un niño mata es porque lo ha aprendido en Internet o en los videojuegos (antes era el cine, la literatura, la música o cualquier otra expresión artística). De hecho, en el documental Bowling for Columbine, de Michael Moore, donde se analizaba la antes mencionada masacre del Columbine, el cineasta mostraba como mucha gente pensaba que los asesinos se habían visto inducidos a cometer la matanza por la música satánica y, especialmente, la de Marilyn Manson. Todo son excusas para intentar comprender algo que resulta incomprensible. Porque niños violentos, e incluso asesinos, ha habido siempre. Incluso antes de los videojuegos. Por suerte, ni antes ni ahora son ejemplos que abunden.
Tuve esta discusión hace tiempo con una madre. Un videojuego violento (o una película, por ser estos los ejemplos más gráficos) no te convierte en asesino. Sí, puede que haya mentes trastornadas que vean en esas imágenes un ejemplo. Pero son mentes que ya estaban trastornadas antes, no se han trastornado por un videojuego concreto. Y cualquier excusa les hubiera llevado a cometer un crimen.
Se nos olvida también que la violencia de videojuegos o películas (incluso gran parte del material que hay en Internet) es ficción. La violencia que uno ve cada día en los informativos, esa sí que es real.  no veo a ningún hipócrita rasgándose las vestiduras porque los niños vean la violencia real de un informativo.
Dicho lo cual, dejemos de buscar excusas donde no las hay. El niño que ha matado a un profesor hoy en Barcelona no lo hizo por los videojuegos, ni por ver películas, ni por ver vídeos en Internet sobre fabricación casera de ballestas. Su mente estaba trastornada. Simplemente eso. Cualquier cosa le podía haber empujado a hacerlo. Lo cierto es que a día de hoy sigue sin ser demostrada la relación entre violencia y cine y videojuegos.
Por cierto, un último apunte para la vergüenza del periodismo español. Algunos aprovechan la tragedia para exponer sus ideas políticas:




Actualización (21:11): Otra más de periodismo vergonzoso. Esta vez, una publicación que no aporta nada sobre los gustos del asesino.

martes, 14 de abril de 2015

Muertes que no importan

"Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido."
(Malcolm X)


Vivimos en una sociedad en la que si algo no aparece en los medios de comunicación no existe. Son los medios de comunicación los que deciden lo que merece nuestra atención e interés. Siempre había oído decir que la muerte nos iguala a todos, pero en la sociedad de la sobreinformación (tan mala como la infrainformación) en que vivimos, esto ha dejado de ser cierto. Este año tenemos varios ejemplos. Por ejemplo, los medios de comunicación nos informaron al detalle del atentado contra la publicación Charlie Hebdo en París y el reguero de víctimas que dejaron los terroristas. Algo muy similar, informativamente hablando, a lo que se vivió en Boston tras el atentado de la maratón. También hemos recibido información puntual en todo momento del accidente del avión de Germanwings en Francia, hasta el punto de que todos tenemos grabado en nuestras mentes el nombre del copiloto que, al parecer, estrelló el avión, pero nadie recuerda, porque los medios apenas lo mencionan, el nombre del piloto, que intentó hasta el último momento derribar la puerta para acceder a la cabina.
Podríamos pensar que, cada vez que ocurre un suceso trágico e impactante, los medios están ahí para ofrecernos información puntual. Pero no es así. Entre el 29 y el 30 de marzo fueron asesinadas cuatro mujeres por sus parejas, tres de ellas el mismo día. Ha quien dice que no existe la violencia machista pero después seguro que se rasgarían las vestiduras si los asesinados fueran cuatro hombres a manos de sus parejas.
También ha pasado muy de puntillas la barbarie terrorista vivida en Kenia. Allí, un grupo de terroristas entraron en una universidad y asesinaron a 152 estudiantes. A pesar de tratarse de un atentado brutal, con un gran número de víctimas, de que es un ataque a un pilar básico de cualquier sociedad: la Educación; el atentado no ha causado la repercusión de otras acciones terroristas. Tan poco importan estas muertes que Mariano Rajoy confundió Kenia con Nigeria a la hora de dar el pésame oficial a las víctimas. Quizá es que necesitemos, para impactarnos con estas cosas, que los estudiantes sean asesinados en universidades de París, Londres, Madrid o Nueva York.
Y, por último, ¿por qué no se nos informa sobre la gente que cada año es obligada a suicidarse (sí, obligada), o de los dependientes que fallecen esperando ayudas que no llegan, o de los enfermos que mueren en España sin recibir tratamiento porque no pueden permitírselo?
Los medios de comunicación tienen un doble rasero que nos están inculcando desde que nacemos. Así, llegamos a creer que una persona puede ser un héroe por morir en un avión estrellado por su piloto, mientras que una persona que se lanza desde su balcón porque va a ser desahuciada es un villano.

miércoles, 1 de abril de 2015

Cuando la represión periodística no está en Venezuela



(Jesús Cintora, último ejemplo de la represión periodística en España.)


Comentaba hace unos días que muchos en España ven los males en Venezuela sin ver los que pasan en España. Con la represión periodística pasa lo mismo. Muchos hablan de que en Venezuela no hay libertad de expresión, que allí no se renueva la licencia de las cadenas críticas, que se despide a periodistas igualmente críticos. Pero antes de querer salvar a los venezolanos deberíamos mirar, una vez más, lo que sucede en nuestro país. Porque si tildamos a Venezuela de dictadura, España no se queda muy lejos.
No habían pasado ni 24 horas de la aprobación de la Ley Mordaza cuando el periodista Jesús Cintora, presentador de Las mañanas de Cuatro, era despedido. Según la cadena, se habían recibido presiones políticas. Se le acusaba de ser demasiado parcial y dar demasiadas veces su opinión. El despido ha causado un gran revuelo en las redes sociales, que han llamado al boicot contra Mediaset y contra los productos que se anuncian en la cadena. De hecho, desde el despido de Cintora, Las mañanas de Cuatro está bajando en los índices de audiencia.
El de Cintora no es el único caso desde que Rajoy comenzó la legislatura. Sonada fue la salida de Pedro J como director de El Mundo. Y el diario El País lleva tiempo acercándose cada vez más al PP de Rajoy y Santamaría. Carlos E Cué, periodista de El País y especializado en el PP, era relevado y enviado como corresponsal a Argentina.
El caso más sangrante es el de Televisión Española (TVE), la televisión pública. Rajoy heredó una televisión pública que tenía bastante calidad (reconocida internacionalmente incluso por encima del paradigma de televisión pública, la BBC inglesa). Periodistas y programación de calidad que poco a poco el Gobierno de Rajoy fue dinamitando hasta la situación a la que llegamos hoy: una televisión pública sin calidad ni pluralidad, en la que la crítica está vetada y en la que los periodistas han sido sustituidos por afines que no hacen más que repetir las órdenes que llegan desde la calle Génova. El último caso ha sido la destitución de seis corresponsales, algunos de reconocido prestigio. Entre estos corresponsales está Yolanda Álvarez, corresponsal en Oriente Próximo y a la cual Israel había acusado de ser "la correa de transmisión de los mensajes de Hamás". Incluso un diputado del PP, Agustín Conde, del PP de Toledo, celebró la noticia.


No debe extrañarnos que esto sea motivo de celebración para un diputado manchego. Cospedal también anda haciendo lo mismo con la televisión autonómica de su región. Tanto Rajoy como Cospedal solo siguen el ejemplo de Telemadrid y Canal 9 (esta última liquidada por Alberto Fabra, lo que paradójicamente puede convertirse en su tumba electoral). Las televisiones públicas autonómicas han sido un buen conejillo de Indias. En la Comunidad Valenciana a prohibieron las emisiones de la televisión pública catalana, algo que recientemente ha reeditado el Gobierno balear, también del PP.

Estamos en año electoral y vemos como el Gobierno de Rajoy, frente al espejo de su debacle y de la debacle del bipartidismo, quiere atar todo y dejarlo bien atado. Y eso implica aprobar Leyes Mordaza y hostigar a periodistas críticos. Y no, no estamos en Venezuela; estamos en España, donde no podemos dar muchas lecciones de libertad de expresión. Claro que, para el PP, un partido creado por un ministro franquista y que lleva alojado el gen franquista en un ADN, pluralidad e imparcialidad periodística debe ser la que practican en Telemadrid o 13TV.