lunes, 28 de abril de 2014

Una televisión menos atractiva

Desde el principio, he criticado abiertamente la forma en que en España se nos ha introducido la TDT. Las supuestas ventajas tecnológicas se diluyeron ante la enésima chapuza. Y es que, en este país no somos capaces de hacer algo sin hacerlo de forma chapucera.
El reparto de canales ha sido un desastre. No vamos a hablar de ese reparto que ha favorecido a la derecha y a la ultraderecha mediática (en Valencia, incluso, el gran favorecido fue un empresario implicado en la trama Gürtel).
Pero ese reparto tan mal hecho (durante la época de Zapatero, quien algún palo se tendrá que llevar por esto; no solo Rajoy es el culpable) dará su último coletazo el 6 de mayo con el cierre de nueve canales. De esos canales, hay dos cuya marcha provocará que tengamos una TDT más pobre aún: Xplora y La Sexta 3. El primero era un buen canal dedicado a documentales y el segundo fue el primer canal enteramente dedicado a emitir películas y cine. Esta claro que la originalidad y la cultura en este país empiezan a importar más bien poco. Que desaparezca La Sexta 3, pero no lo hagan Telecinco y Cuatro (auténticos exponentes de la telebasura) o  13TV (exponente de la manipulación y la mierda informativa), demuestra que España está recorriendo un camino televisivo muy negro.
El 6 de mayo, estos dos canales desaparecerán. Al final, resultará que acabaremos con los mismos canales que teníamos antes de la TDT. Y para este viaje no necesitábamos estas alforjas.

Petición para evitar el cierre de los canales afectados.

Vídeo de Atresmedia contra el cierre de sus canales.

Vídeo de Mediaset contra el cierre de sus canales.

domingo, 13 de abril de 2014

Crónicas vampíricas




Crónicas vampíricas es una serie en la que dos hermanos vampiros, uno bueno y otro malo, se enamoran de una adolescente, idéntica a la mujer que los convirtió en vampiros.
Estamos ante un tema recurrente últimamente en la literatura, el cine y la televisión: los vampiros. Sin embargo, los vampiros de Crónicas vampíricas son vampiros de verdad, no como los famosos de Crepúsculo. De hecho, Crónicas vampíricas tiene más en común con True blood, aunque también guarda las distancias con respecto a ésta.
Crónicas vampíricas es una serie que va cogiendo interés capítulo a capítulo, temporada a temporada, con lo cual merece la pena darle una oportunidad.

sábado, 12 de abril de 2014

Fringe



Fringe es otra de las creaciones de J J Abrams. La serie, que duró cinco temporadas, muestra toda una serie de sucesos extraños a los que los protagonistas se enfrentan utilizando la ciencia. Con tintes de Expediente X, pero yendo un paso más allá, la calidad de esta serie resulta excepcional. Las tramas están cargadas de imaginación (los mundos paralelos son lo mejor de esta serie, sin duda). Su trío protagonista (Anna Torv, Joshua Jackson y, sobre todo, John Noble) hacen unas interpretaciones magníficas.
Fringe (que en España llevó el subtítulo de Al límite) es una digna heredera de Perdidos, también obra de Abrams. Una serie que los amantes de la ciencia ficción y los misterios imposibles sabrán apreciar, sin duda.

martes, 8 de abril de 2014

Habitantes de la caverna

Hace tiempo que dejé de ver los debates políticos que se organizan en televisión. En parte porque desvirtúan la palabra "debate". Los últimos que veía eran Al rojo vivo y La Sexta noche, ambos de La Sexta, y ambos los dejé de ver por la misma razón: sus tertulianos más conservadores. No es que esté en contra de un debate en el que se defiendan distintas posturas ideológicas; no soy un protocomunista puro. Lo que pasa es que no entiendo a ciertas personas que, en lugar de debatir, se dedican al insulto permanente y constante. El último caso se dio este sábado cuando Alfonso Rojo insultó a Ada Colau, llamándola gordita. No es el único ejemplo de Rojo (al que debe producirle urticaria su propio apellido); son famosos sus enfrentamientos con Pablo Iglesias (no, no confundir con el fundador del PSOE) al que en cierta ocasión llegó a llamar chorizo y, en otra, le recomendó que se duchara. No es el único tertuliano de los programas de La Sexta al que no puedo soportar por su actitud. Otro ejemplo es el de Eduardo Inda, endiosado y soberbio que se cree el inventor del periodismo de investigación y el único poseedor de la verdad y la razón. Y quizá el caso más conocido sea el de Francisco Marhuenda, al que algún día le dará un berrinche cuando se meten con su adorado Gobierno y su no menos adorado Mariano Rajoy, su gran amor platónico. Marhuenda es otro que muestra una actitud de desprecio hacia los demás. Si uno se fija en La Sexta noche podrá apreciar cómo Marhuenda se ríe por lo bajo cuando alguien habla (eso por no hablar de su manía de interrumpir con monosílabos mientras alguien trata de argumentar algo).
Lo peor es que esta gente encuentra apoyo entre compañeros de profesión e ideología. Gente como Jiménez Losantos, Hermann Terstch (otro que se ha apuntado a defender a Rojo en su affaire con Colau) o el baboso y polemista Salvador Sostres (quien ha defendido a Rojo insultando a Colau y llamándola gorda).
En este país, la palabra "debate" está muy devaluada. No hay más que ver las sesiones del Congreso de los Diputados, o de cualquier parlamento autonómico de España. Quizá por eso estos personajes tienen tanto éxito y tantos seguidores. Y eso resulta muy triste. Al final, la televisión solo da lo que el público quiere, y solo refleja lo que la sociedad es.
Como decía al principio, no estoy en contra de que la gente con diferentes visiones ideológicas debatan en televisión. De lo que estoy en contra es de tristes espectáculos de insultos. No hay gente que sepa razonar y debatir sin necesidad de recurrir al insulto en las filas conservadores de este país. Empiezo a entender porqué a la derecha mediática se la llama "caverna".

domingo, 6 de abril de 2014

Utopía



Leí hace tiempo Utopía, de Tomás Moro, y he de decir que es uno de los libros que más impacto me ha producido. En este libro, Moro describe lo que considera una sociedad perfecta, tanto política como socialmente, encuadrada dentro de una región ficticia.
La cuestión que me dejó planteada el libro es si una sociedad así podría existir algún día; si podemos tender hacia ello a pesar de los obstáculos que vivimos hoy día. A pesar de mi pesimismo patológico, quiero pensar que sí, que las utopías de hoy son las realidades de mañana.

sábado, 5 de abril de 2014

No tengo miedo



Durante el caluroso verano de 1978, un niño descubre, cerca del pueblo en el que vive un terrible secreto que le revelará la oscuridad que esconden muchos adultos.
Hace ya tiempo que leí la novela No tengo miedo, de Niccolò Ammaniti, en la que se basa esta película. La novela resultaba bastante agobiante, casi como el ambiente que describe su autor. La película, sin llegar al nivel de la novela (eso sucede pocas veces, como bien se sabe), mantiene el nivel y la intriga. Destaca principalmente la interpretación de los niños protagonistas y la recreación, que ayuda a crear el mismo ambiente asfixiante de la novela. Todo en esta historia resulta asfixiante, desde el calor hasta los secretos.

miércoles, 2 de abril de 2014

La era de la sobreinformación

"Muchas veces me han preguntado cómo sé que soy especial. Es difícil de decir; digamos que siempre lo he sabido. Ya desde el colegio, sabía que ninguno de los que me rodeaban estaba a mi altura. Como delegado de mi clase, en 3ºB, tomé la decisión de ocupar 3ºD y librar a aquellos pobres chicos del pésimo delegado que habían elegido. No fue una decisión sencilla; tuve que mandar a varios muchachos a combatir al patio, pero, al final, obtuvimos la victoria. Ese día supe que estaba destinado a algo más grande que yo mismo.

La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… Milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: "Jose Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad". Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.

Me atrevo a decir que George es mi mejor amigo. Compartimos una ambiciosa visión del mundo, la visión de los líderes de la humanidad. George me planteó un reto fascinante, que consistía en convencer a todo un país de que nosotros teníamos razón mientras les matábamos. Nunca antes se había intentado algo tan ambicioso, así que acepté inmediatamente. Fue una gran experiencia de la que guardo muchos buenos amigos.

Creo que un hombre debe cuidarse con independencia de su edad. A todos nos gusta sentirnos sexys, también a mí. Empecé corriendo cinco kilómetros al día; hoy corro veinte y no sudo. Claro que nunca he sudado. Mi médico dice que es un trastorno glandular, pero yo lo llamo don."

Estos son fragmentos del libro de memorias de Aznar. Por la descripción, podemos ver que se trata de un hombre profundamente soberbio. Bueno, en realidad, estos fragmentos son falsos. A pesar de que se nota a la legua por su lenguaje exagerado, es algo que parece que hay que aclarar. Sin embargo, estos fragmentos aún siguen pululando por la red como verdaderos. Sin ir más lejos, hace un par de días acompañaban a una foto bastante siniestra de Aznar en un grupo de Facebook.
A todos nos han colado , en mayor o menor medida, alguna noticia falsa (sin necesidad de que sea el Día de los Inocentes).Incluso en los grandes medios pasa. Siempre se han colado noticias falsas y rumores, generalmente con carácter malicioso. Pero la persistencia de algunos fakes resulta sorprendente.
Hoy en día es muy fácil difundir bulos por Internet y que se propaguen en cuestión de minutos. Y, como suele decirse, una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Hoy en día, un bulo retuiteado mil veces se convierte en verdad.
Resulta asombroso, sin embargo, cuánta gente se lo cree simplemente porque está publicado. Sean las falsas memorias de Aznar, o la fotografía de Zapatero junto a un mapa expansionista de Marruecos, o el bulo de los logros de Hollande en sus primeros 56 días de Gobierno (por nombrar algunos de los que afectan a políticos importantes en los últimos años).
Algunos dicen que gracias a Internet vivimos en la era de la información. Yo creo que más bien vivimos en la era de la era de la sobreinformación. Y la sobreinformación, en la práctica, viene a ser lo mismo que la desinformación. Al final, de lo que se trata, es de mantener a la gente en un estado de agitación e indignación, pero que no pase de ahí. Además, esa sobreinformación provoca que se pierde el espíritu crítico de lo que se está leyendo o viendo (hay bulos que resulta increíble que la gente se los trague). En definitiva, parece que alguien aprendió muy bien las lecciones de Goebbels.