Que dimitan los otros

¿Que el entonces ministro de Justicia, Mariano Bermejo, coincide con Garzón en una cacería? Pues pedimos su dimisión, presionamos hasta que la consigamos y, después, a otra cosa. ¿Que Alberto Saiz, ya ex director del CNI, utiliza presuntamente (esa palabra que el PP tanto manipula a su antojo) fondos públicos para irse de vacaciones a pescar y cazar a diferentes países? Pues pedimos su dimisión, presionamos hasta que la consigamos y, después, a por Manuel Chaves. Y aunque dimitan los objetivos, no estaremos contentos, porque podremos criticar su "tardanza" en dimitir.
Sin duda, este es el pensamiento del PP con respecto a la corrupción. Veamos ahora cuál es el pensamiento del PP si los corruptos son los suyos.
¿Que Bárcenas, tesorero del partido está imputado en la trama Gürtel? No pasa nada, guardamos silencio y seguimos pidiendo dimisiones en las filas socialistas. ¿Que Camps puede convertirse en el primer presidente autonómico que va a juicio? No pasa nada; la consigna es no hablar de Camps y apoyarlo, poner la mano en el fuego por él. De hehco, Camps es el ejemplo de político que necesita el PP. ¿Que a Carlos Fabra llevan cinco años investigándolo e, incluso, también podría acabar declarando en un juicio? Pues nada, por él también ponemos la mano en el fuego.
Recordemos que Rajoy dijo que no obligaría a dimitir a nadie (con ese nadie me refiero a Bárcenas o a los implicados valencianos de la trama Gürtel) hasta que no fueran acusados formalmente; perdón, hasta que no fueran imputados formalmente; perdón, hasta que no fueran llamados a declarar en juicio; perdón, hasta que no estén en la cárcel; perdón, hasta que nos e jubilen; perdón, hasta que no se mueran; perdón...