Gürtel: conversaciones y otras pruebas

Abro una vez más, una nueva semana, hablando del caso Gürtel. El miércoles sabremos si habrá juicio oral contra los cuatro imputados valencianos. Mientras tanto, siguen apareciendo pruebas incriminatorias.

Una de esas pruebas son conversaciones telefónicas grabadas entre algunos de los implicados en la trama. Una de ellas es entre Francisco Correa y Álvaro Pérez, ya en plena investigación de la trama. Destaca, una vez más, el lenguaje tan chabacano que utlizan y el apodo de Camps, al que llaman el curita. Otra conversación que publicaba el diario El País ha sido entre Álvaro Pérez y Ricardo Costa (en la foto, junto a Vicente Rambla y Álvaro Pérez, hablando por teléfono y tapándose la boca) y, después, entre Pérez y Correa (de esta segunda conversación, destaco la alusión a otro de los que recibió trajes, pero que no ha sido imputado, Pedro García, director de RTVV, el cual también tiene apodo, Peter).
También se ha sabido que Álvaro Pérez y su empresa Orange Market recibieron 47 contratos otorgados a dedo. Los contratos se fraccionaban para que no superaran los 12.000 euros, cifra a partir de la cual hay que organizar un concurso público. La situación llegó a extremos tales como que para la realización de un vídeo sobre la ampliación del Hospital Clínico, se realizaron dos contratos: uno para alquiler de equipo y realización (11.880 euros), y otro para producción y sonido de dicho vídeo (11.930 euros).

Mientras, en el PP se defienden diciendo que todo es una cacería contra ellos (volvió a aparecer la palabra "cacería" en este caso). Vicente Rambla (en la foto superior, hablando con Álvaro Pérez) ha afirmado que "Existe acecho y caza y captura contra Camps". Sus seguidores (los más acérrimos) se lo creen. Otros parecen resignados a aceptar que la justicia les ha pillado. Ese es el caso de Víctor Campos, ex vicepresidente de la Generalitat y uno de los imputados en la trama valenciana. Recientemente ha admitido que recibió regalos de Álvaro Pérez, el Bigotes.

Camps, por su parte, sigue mintiendo. Aunque ello no le impide estar más o menos tranquilo (teniendo en cuenta que ha adelgazado unos siete kilos desde que empezó esto y que su pseudosonrisa nunca había sido tan forzada). Pero supongo que el tener a los jueces en el bolsillo ayuda a esa relativa tranquilidad. Sobre Juan Luis de la Rúa, presidente del TSJV ya hemos hablado ("Tendremos que buscar en el diccionario una palabra diferente a "amistad" que resuma esta íntima y sentida relación entre De la Rúa y el presidente de la Generalitat", palabras pronunciadas por el propio Camps). Además, cabe señalar que De la Rúa fue el invitado estrella en la presentación del programa del PP en materia de Justicia durante la precampaña electoral de 2007.

Juan Montero es otro de los magistrados que decidirá la suerte de Camps. Nombrado a propuesta del PP, su mayor logro fue archivar el caso Mercalicante sin abrir ninguna diligencia. Este caso, en el que se juzga la desaparición de unos seis millones de euros, implicaba al enotnces alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, el cual dimitió de su cargo en 2008, tras haber logrado el acta de diputado autonómico y alcanzar así el rango de aforado.

Como no hay dos sin tres, también encontramos a José Francisco Ceres. Su nombramiento, a propuesta del PP, fue anulado en 2008 porque no se justificó suficientemente el porqué de su elección. El error fue subsanado en febrero de este año.

Por cierto, recomiendo leer este reportaje de El País, titulado El espejo roto de Camps.