Recuerdo que una de las primeras cosas que aprendí en Pamplona era a hablar con cuidado en la calle. Nunca se sabía quién podía escucharte. Esto puede parecer demasiado paranoico, pero la percepción cambia cuando descubres en la televisión que tu vecino de puerta, ese joven tan reservado y su supuesta novia, han sido detenidos por pertenencia a ETA con material explosivo en su casa. Aún hoy, cada vez que me paso por Pamplona procuro medir mis palabras y ciertos temas se convierten automáticamente en tabú. Esto es una tónica para mucha gente en el País Vasco y Navarra.
Hoy precisamente ETA ha cometido otro atentado. Otra vez han atacado una sede del Partido Socialista de Euskadi. En esta ocasión, en Elgoibar (Guipúzcoa). La propia banda de asesinos (ya no matan por un ideal, si es que alguna vez lo tuvieron) lo dejó bien claro después de matar a Isaías Carrasco: los socialistas están en su diana. Precisamente en Mondragón se puede constatar que, mientras nada recuerda al asesinado Isaías Carrasco, se pueden encontrar carteles de apoyo a ETA, como en la fachada del Banco Guipuzcoano:
O el mural sobre "la represión policial" en la fachada de la comisaría de la Ertzaintza de dicha localidad.
Sólo quiero expresar desde aquí mi apoyo y ánimo a los compañeros socialistas de Euskadi y animar a toda la sociedad vasca para que venzan el miedo y sean capaces de mostrar su rechazo y repulsa contra ETA sin ningún temor. Porque no podrán nunca vencer los deseos de libertad de los demócratas.
Me temo que la libertad también es un acicate para los abertzales y por eso hacen lo que hacen... y su libertad no coincide con la nuestra.
ResponderEliminar:(((
Si los abertzales defendiesen sus ideas democráticamente y no por medio de las armas, yo sería el primero en defender si libertad de expresión. Pero mientras apoyen a gente que mata (cuando no son ellos quienes lo hacen), situaciones como la de Mondragón serán, a mi juicio, censurables.
ResponderEliminarA todos nos llena de estupor ese silencio de la sociedad vasca respecto a esos carteles y la (in)diferencia hacia las víctimas. Espero que no tarde demasiado en resolverse esa anomalía. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarEl tema del silencio en Euskadi, recuerda mucho, pero mucho, a la "omertá" siciliana.
ResponderEliminarLas tiranías, sean del signo que sean, lo primero que necesitan es el silencio cómplice de la mayoría.
Solo ell como te ven en algunos pueblos de Euskadi y Navarra ya da miedo, más viviendo en ellos.
ResponderEliminarContra ETA solo queda policía, jueces y cárcel, ya no se puede hacer otra cosa.
Un saludo
Isabel romana: ojalá acabe pronto toda esa pesadilla.
ResponderEliminarBesos.
Jovekovic: sin ese silencio no podrían subsistir. Por eso, la sociedad vasca deberá romper ese silencio.
Eifonso Lagares: y también la unidad de los demócratas. Mientras estemos divididos, no lograremos nada.
Un saludo.
La omertà o ley del silencio se aplicaba entre mafiosos, es decir, ningún mafioso podía contar lo que veía u oía a nadie bajo castigo de muerte. Yo no creo que en la sociedad de Mondragón exista un pacto de silencio generalizado, sino miedo. El director del banco de marras, seguramente, no quita los carteles por miedo y es el miedo, no la omertà, lo que entiendo en esta gente. Vivir bajo una amenaza constante, sin saber quien es "el malo", sin saber si dirás algo inconveniente y morirás por ello, ha de ser una de las experiencias más terribles para una persona cualquiera.
ResponderEliminar¿Podemos condenarlos por no ser héroes? No, no es la sociedad de Mondragón la responsable sino la amenazada y la prueba, si es que hace falta una prueba, de ello se lee en los comportamientos que describe Kurtz al inicar este post y en los comportamientos que se describen en el artículo del diario El País hacia el cual nos dirige el enlace incluido por Kurtz en el texto que comentamos.
Jovekovic tiene, encabezando casi, su blog una frase de Eduardo Chillida que debería integrarse en nuestros pensamientos:
"Un hombre, cualquier hombre, vale más que una bandera, cualquier bandera"
Quienes integran ETA deberían comprender esto, deberían comprender que al existir caminos legales y democráticos de defender sus ideas, de alcanzar sus objetivos, el uso de las armas deja de tener el más mínimo sentido o justificación y que condenar a sus propios convecinos a vivir con miedo de expresar sus ideas, convicciones, a vivir acostumbrándose a no decir porque decir puede ser inconveniente, no es una forma lícita de alcanzar un objetivo que, en última instancia, supone su "liberación".
Un abrazo.
Desde luego, la actitud de gran parte de la sociedad no es condenable. Habría que ver cuantos de nosotros estaríamos dispuestos a cumplir el papel de héroes.
ResponderEliminarPero si toda la sociedad vasca rompiera su silencio, ETA se daría cuenta de que está sola.
Un abrazo.
Pero rompieron el silencio votando el pasado Marzo verdad?
ResponderEliminarSí. Y lo demuestra el varapalo que se llevaron los partidos nacionalistas. Sin embargo, la abstención fue la más alta de España. Y eso es por el miedo.
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