Por si no era bastante difícil poder reciclar (los contenedores de cada material no siempre están juntos) e incluso tirar la basura por escenas como ésta:

(Los contenedores están sobrecargados de basura o bien, a veces, la gente opta por dejar la basura fuera porque hay que ser culturista para poder abrir esos contenedores). Pues bien, ahora una odisea más se añade para los que tiramos la basura al contenedor y no la dejamos en el rellano de la escalera: encontrar nuestro contenedor habitual. Y por el camino seguro que pisamos alguna mierda.
Menos mal que no vivimos en Nápoles...
Eso olor a aceite requemao de las churrerías es el primer síntoma de que las fiestas están próximas!
ResponderEliminarMadre mía, cualquiera se acerca ahí a tirar basura, como mínimo te salta alguna rata con rodetes y moño fallero en las orejas!
No lo digas muy alto, lo de Nápoles.
ResponderEliminar:P
¡Ooooommmm!
Sensai: al menos será una rata valenciana. Aunque no sería la primera que me atacaría. Otro día quizá hable también de eso.
ResponderEliminarIrreverens: sí, la cosa no está como para gritarlo a los cuatro vientos.