Mala gente que camina

Hay historias que, a pesar de representar el horror de una época, nunca llegaremos a conocer, quizá comprender, del todo. Esa es la sensación que me quedó tras leer Mala gente que camina, de Benjamín Prado. La novela está protagonizada por un cínico profesor (me recordó demasiado a House) que se dedica a investigar sobre la situación literaria e intelectual de la España de la posguerra.
Pero esta novela perfectamente podría leerse como un ensayo, puesto que podemos descubrir perfectamente cómo era la vida de los literatos de la época, desde los críticos por su afinidad a la desaparecida República hasta los falangistas, que acabaron criticando la dictadura.
También descubrimos una historia que, yo personalmente no conocía: la desaparición de niños, en su mayoría hijos e hijas de mujeres presas del franquismo o huérfanos que pasaron a ser reeducados por el Estado bajo el pretexto de que el marxismo era una enfermedad contagiosa. Estos niños serían adoptados de forma irregular por diferentes familias "de bien". Algo que después se repetiría en las dictaduras de algunos países latinoamericanos.
En fin, Mala gente que camina es una novela que entretiene, cuenta una historia muy interesante y con la que se tiene la sensación de haber aprendido y conocido más sobre la Historia de nuestro país. Mal que les pese a algunos.